El incendio que afectó la madrugada del domingo, habría dejado a 485 familias de 10 asentamientos distintos con sus viviendas quemadas. Esta cifra estima la cantidad de damnificados en cerca de 2 mil personas, que habitaban en vulnerabilidad previo a la catástrofe.
Sólo en Valparaíso, existen 64 asentamientos informales que albergan a 2.236 familias, de acuerdo a los datos levantados por la organización TECHO en 2013. A esto se suman 8.748 familias repartidas en 142 campamentos localizados en las zonas altas de la conurbación Valparaíso-Viña del Mar y sus alrededores.
“Históricamente, los asentamientos de Valparaíso se han asentado en los bordes urbanos. La ciudad crece y los acoge, pero luego surgen nuevos focos fuera del límite”, explica Pablo Beytía, del Centro de Investigación Social (CIS) de TECHO-Chile.
La organización cruzó la ubicación de los asentamientos, concentrados en los cerros de la ciudad, con su acceso a redes de emergencia, basándose en datos del CIS y del Centro de Inteligencia Territorial de la U. Adolfo Ibáñez. Del total de campamentos catastrados en el Gran Valparaíso, 31 campamentos se encontrarían en alta vulnerabilidad ante incendios.
En Valparaíso, 12 de ellos estarían a más de cuatro kilómetros de una estación de Bomberos, lo que se traduce una respuesta aproximada de más 7 minutos, mayor a la declarada como necesaria ante un llamado inmediato por alerta de incendio. En el caso de Viña del Mar, la cifra alcanza a 19 asentamientos informales en riesgo.
“A lo anterior se suma la falta de acceso a redes formales de agua que en muchos casos persiste en los asentamientos, su distancia a redes hospitalarias, que agrava y dificulta la respuesta en caso de estas catástrofes”, agrega Be
La ubicación de los asentamientos de Valparaíso los deja también propensos a derrumbes, que amenazan la seguridad de quienes habitan en viviendas de materiales ligeros, que además de ser altamente inflamables, resultan frágiles para resistir un deslizamiento de tierra.
“Es muy importante que en este proceso, las autoridades consideren la relocalización o el acercamiento de servicios a los campamentos que se encuentran en potencial riesgos”, concluye el director del CIS-Chile.