El Liderazgo de TECHO tiene rostro de mujer. Tres de cada cuatro (75,8%) están al frente de la organización comunitaria de sus territorios y 3 de cada 10 (29,4%), se reconoce perteneciente a un pueblo originario.
Las Naciones Unidas describen que la mujer rural, incluida la mujer indígena, juega un papel fundamental en el desarrollo agrícola, en la seguridad alimentaria y en la erradicación de la pobreza rural.
No obstante, pese a este importante papel en la cadena de valor, lidian a diario con el retraso permanente en indicadores de bienestar, materializados en: insatisfacción de sus necesidades básicas, desnutrición infantil y pobreza. Además de un precario o nulo acceso a servicios básicos y servicios públicos (educación, salud, saneamiento). El COVID-19, no hizo más que incrementar este duro escenario, al que ya se enfrentaban previamente.
Por otro lado, con la llamada al distanciamiento físico, las comunidades rurales que en muchas ocasiones ya se encontraban aisladas, sufrieron aún más esta segregación, incrementando sobre los hombros de las mujeres, el cuidado de los grupos de riesgo, teniendo que realizar esfuerzos extraordinarios para evitar el contagio.
La crisis del coronavirus y sus efectos inmediatos, han evidenciado la precarización en la vida de las mujeres y detonado la alerta sobre el verdadero aporte a la economía que representa el cuidado hacia las/os demás.
Fernanda Arriaza
Directora de Gestión Comunitaria | TECHO Internacional
Conoce la Encuesta de Liderazgos Comunitarios 2019, realizada por TECHO en 18 países de América Latina y El Caribe, contando con la participación de 215 liderazgos comunitarios.