El 31 de octubre conmemoramos el Día Mundial de las Ciudades, que se estableció con el fin de promover el interés por el urbanismo y el desarrollo urbano sostenible. En este día, queremos visibilizar a todas esas personas que construyen ciudad de una manera diferente, a través de la producción social del hábitat, como una forma de subsistencia y resistencia.
Es que nuestro trabajo en territorio a lo largo de estos 26 años nos ha demostrado que cuando el derecho a la vivienda adecuada no se ve garantizado, las personas encuentran otra forma de hacer ciudad. Esa otra forma surge de las manos, la fuerza, los recursos y conocimientos de más de 100 millones de personas que habitan los asentamientos populares de nuestro continente.
Es un llamado de atención al mercado y al Estado de quienes no encuentran lugar allí, un decir «aquí estamos, existimos». Sin embargo, esta parte de la ciudad queda desconectada: allí no llegan los servicios básicos, las calles asfaltadas, las paradas de buses: los asentamientos populares expresan la cara más cruel de la desigualdad. Por eso, desde TECHO nos unimos a la población de los asentamientos, reconocemos sus esfuerzos, y trabajamos por la integración sociourbana de los mismos, convocando a todos los actores de la sociedad, incluido el Estado, para que esta «otra ciudad» se incorpore y tenga las mismas comodidades que la llamada «ciudad formal», para que su población goce de los derechos que les corresponden por ser parte de la ciudadanía.
Directora General de Operaciones TECHO | TETO
Este año, decidimos charlar con habitantes de diferentes edades de asentamientos de la región y voluntariado corporativo y de TECHO. Para ello les hicimos una simple pregunta: ¿Cuál es la ciudad de tus sueños?
Las respuestas fueron variadas, la mayoría de los niños soñaban con ciudades fantásticas, que tuvieran árboles rosados, mariposas gigantes, ballenas y autos voladores. Otros querían ciudades llenas de animales, y algunos optaron por responder que la ciudad de sus sueños debía tener luz, agua, comida, casas y parques donde los más pequeños pudieran jugar y vivir felices junto a sus familias.
Un tema que se repitió en los mayores fueron los valores, sobre todo el amor. Muchos expresaron la importancia de estar unidos y luchar por el mismo propósito: crear un mejor futuro para las próximas generaciones, con ciudades justas e igualitarias .
Por otro lado, el voluntariado puso sobre la mesa algunos aspectos importantes que separan a las comunidades de las “ciudades formales” como lo son el acceso al agua potable, la movilidad o la garantización de todos sus derechos para permitir el desarrollo social completo de sus habitantes.
Además, manifestaron la necesidad de que las ciudades presten atención al medio ambiente, que sean sustentables y que permitan la conexión y comunicación entre sus habitantes.
En este Día Mundial de las Ciudades, desde TECHO renovamos nuestro compromiso para trabajar por la integración sociourbana, convocando a la sociedad y al Estado a unirse en la construcción de ciudades donde todos y todas, sin importar su origen, puedan gozar de sus derechos y vivir con tranquilidad. Es hora de cerrar la brecha y construir juntos ciudades donde la igualdad, la justicia y la sostenibilidad sean realidades palpables para cada ciudadano.