Día Mundial de la Justicia Social

Cada 20 de febrero, el Día Mundial de la Justicia Social nos invita a reflexionar sobre las desigualdades que existen en nuestras sociedades y el rol que cada uno puede asumir para construir un mundo más justo y equitativo. En este día, el Benjamín Donoso SJ, capellán de TECHO LATAM nos deja un mensaje para inspirarnos y seguir avanzando juntos y juntas.

El moonshot de la justicia social

«Moonshot es un término en inglés que describe el abordaje de grandes problemas con soluciones radicales y técnicas disruptivas. En español, podríamos verlo como lo que llamamos «misión imposible», un reto tan grande y desafiante que, aunque parece inalcanzable, es el proceso de intentarlo lo que genera el cambio profundo, la transformación, y nos permite avanzar, juntos, hacia un futuro mejor. Cuando los objetivos son ambiciosos, es probable que no se lleguen a concretar al cien, pero ya el solo caminar hacia lo grande y noble vale la pena y transforma la vida, tanto más si la aventura se acomete con muchos otros.

Lograr que en nuestra sociedad reine la justicia social es un ideal que parece inalcanzable. Soñamos con un mundo donde se garanticen las mismas oportunidades y derechos para todas las personas, sin importar su origen o condición. Una sociedad justa es una sociedad que camina hacia adelante con todos sus miembros, de manera equitativa y sin que nadie quede afuera. Construir una sociedad justa y sin pobreza es esa estrella, que guía el camino y que marca valor.

En América Latina aún hay 180 millones de personas que viven en asentamientos precarios. Son familias que viven una emergencia permanente: sin servicios básicos y precarias viviendas, con alta incertidumbre sobre la tenencia de su lugar habitación, distante de las oportunidades que brinda la ciudad, cargando con el estigma de la pobreza. Esto es injusto, y no puede seguir siendo así.

En TECHO nos incomoda y moviliza esta situación. Somos jóvenes sensibles e inquietos, con creatividad y deseosos de ponernos manos a la obra. Nuestras construcciones e intervenciones sociales pueden parecer pequeñas dado el inmenso desafío, pero representan un primer paso en el camino hacia una vivienda adecuada y un aliciente para la organización y el liderazgo comunitario, para conseguir cosas mayores. Y también una demostración de que colaborando organizaciones sociales, entidades públicas y empresa privada podemos conseguir que un día en todo nuestro continente no haya nadie que viva en un piso de tierra.

Sigamos apuntando alto y concretando caminos para que la justicia social sea una realidad.»

Benjamín Donoso SJ, Capellán de TECHO LATAM.

Editado por Lucía Carabelli

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