El pasado 20 de octubre, la representante de Habitat International Coalition en México, Silvia Emanuelli, se reunió con cerca de 500 jóvenes voluntarios de TECHO en el conversatorio “Cuando la ciudad se vuelve un derecho”.
Silvia Emanuelli es abogada especializada en Derechos Humanos, ha colaborado con Amnistía Internacional, el Centro para la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL) y con la Corte Europea para los Derechos Humanos de Estrasburgo (Francia).
En el foro virtual, organizado por TECHO, Silvia compartió su experiencia con los voluntarios y las voluntarias como miembro de la Plataforma Global por el Derecho a la Ciudad. Así, aportó a generar un diálogo en torno a la importancia de concebir a la ciudad más allá del territorio, para pasar a entenderla como el espacio en el que se define “el buen vivir” de la comunidad.
“El Derecho a la Ciudad surge en la cabeza de un intelectual, pero en América Latina se convierte en una lucha”, explicó, argumentando que el movimiento que partió en la región y que viene tomando fuerza desde la década del 60’ tiene entre sus fundamentos la búsqueda de una ciudad que integre y no segregue a las personas. “Es un derecho colectivo, de todos y todas. Es un derecho complejo porque busca entrelazar varias temáticas para ver la ciudad en su conjunto, riqueza y complejidad”, agregó.
Emanuelli destacó algunos de los fundamentos acerca del Derecho a la Ciudad
Gestión democrática:
La ciudad engloba los derechos existentes y suma algunos como el derecho a electricidad o movilidad. A partir de esto, busca la posibilidad de que las personas participen en las decisiones sobre la ciudad (referéndum, instrumentos participativos). Que estas decisiones no solo se den a partir de la consulta ciudadana, sino que también se les involucre en el desarrollo de los proyectos comunes.
Función social tierra y ciudad: que todos y todas puedan aprovechar la ciudad y que se reconozca como un espacio que debe empujar la satisfacción de las necesidades sociales.
Producción Social del Hábitat:
Que se reconozca la producción a través de espacios como cooperativas y no se les penalice, como sucede hoy. Busca demostrar los efectos positivos que tienen estas metodologías.
Manejo responsable de lo común:
Se refiere al manejo de recursos como el agua, la tierra, el medioambiente, para que las ciudades se desarrollen de una manera armónica y no en contraposición a lo rural.
Dentro de las buenas prácticas, Silvia compartió los mecanismos de presupuesto participativo que se han explorado en algunas ciudades de Brasil y México, en donde distintos sectores sociales y movimientos ciudadanos participan de las decisiones sobre los proyectos que se priorizarán en las ciudades.
Por el contrario, explicó que la política de vivienda social de la región -respaldada desde la perspectiva chilena- resulta insuficiente para sus habitantes. Esto, porque en muchos de sus proyectos los resultados son viviendas de mala calidad, sin infraestructura y situadas lejos de las redes que permitan el acceso a la ciudad en su plenitud, como colegios o centros asistenciales. “Se mira lo que la gente construye como algo feo, de mala calidad. Hay que revertir esa mirada con ejemplos y apoyo de técnicos”, agregó a lo largo de su exposición.
En este sentido, Silvia también analizó los avances que ha tenido América Latina hacia la Tercera Conferencia de Naciones Unidas sobre Vivienda y Desarrollo Urbano Sostenible (Habitat III). “Sentimos menor apertura en la participación, ha habido menos tiempo para que la gente se pudiera involucrar en el proceso”, explicó y agregó que resulta difícil hacer un balance de las conferencias anteriores, organizadas en 1976 (Habitat I) y 1996 (Habitat II), pues “no se han hecho muchos balances de lo que ha pasado a partir de estas conferencias. No existen mecanismos de monitoreo del cumplimiento de esta agendas”.
Como voluntarios de @UnTecho transmitir nuestros conocimientos de #DerechoALaCiudad en nuestras comunidades #ForoTECHO @TECHOuy
— Ivanna Racedo (@IvannaRacedo) octubre 20, 2015
Como elemento central, plantea que la ciudad no solo existe para vivir en ella o transitarla, sino que es crucial pensarla como un espacio que se puede transformar. En ello, enfatizó, la juventud y la sociedad tienen un rol importante como miembros activos y constructores de las ciudades de hoy y mañana.
"Todos y todas tenemos que poder aprovechar la ciudad y el uso de la tierra" Silvia Emanuelli #ForoTecho
— María Paula Díaz (@mpauladiaz3) octubre 20, 2015
“Es importante construir vínculos entre organizaciones, voluntarios y también las bases, porque queremos que tomen más protagonismo y participen más. Entre todos y todas se nos ocurrirán muchas ideas. Hay mil formas de hacer las cosas, porque la ciudad es de todos y todas”, concluyó en el espacio virtual.
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