Día Internacional de la Amistad en TECHO

Hoy, 30 de julio, en el Día Internacional de la Amistad, celebramos los encuentros improbables y únicos que surgen en nuestro trabajo en TECHO. Acompáñanos a descubrir estas inspiradoras historias que reflejan el poder de la amistad y nuestro compromiso con una Latinoamérica y Caribe más justa.

TECHO Ecuador: Victor y sus amigos

El lazo de amistad entre Victor, Danny y Majo no solo transformó sus vidas, sino que mantuvo encendida la llama de TECHO Quito en los momentos más difíciles. 

Victor comenzó su voluntariado en TECHO Ecuador en 2017, cuando descubrió una red de personas que le cambió la vida para siempre. En esos años, Victor conoció a Majo, Anita, y Francisca quienes se convirtieron en su círculo de amigos, de apoyo y cariño. 

 

Juntos, llevaron la esperanza a comunidades enteras desarrollando distintos proyectos como espacios comunales, viviendas de emergencia y baños ecológicos. Estas actividades, no solo generó un impacto en el barrio, si no también fue una oportunidad para compartir entre ellos y seguir forjando su amistad. 

 

 

Sin embargo, uno de los momentos más memorables para Victor fue a la construcción en San Francisco de Mirravalle, donde conoció a Danny. En medio de la montaña, ambos tuvieron una conexión muy especial, que fue esencial para después atravesar tiempos de pandemia y crisis sociales en el país. 

 

“Danny se convirtió en Directora Administrativa de TECHO y yo, junto a Majo, fuimos los motores que mantuvimos viva la llama de Techo en Quito”. 

 

Victor y sus amigos en TECHO Ecuador

“TECHO no es solo una organización, es una familia que nos ha enseñado el verdadero significado de la solidaridad y el trabajo en equipo. Hemos aprendido a construir un mundo más justo y equitativo, donde cada persona tiene la oportunidad de vivir dignamente”.

 

La historia de Victor y sus amistades techeras demuestra que la amistad es un medio para descubrir el potencial del hacer, pero también es un fin que impulsa el trabajo en TECHO, porque trabajamos día a día para transformar vidas, las vidas de las personas que habitan las comunidades y también las vidas de los que se involucran.

TECHO El Salvador: Faby y Michy

Faby y Michy  se encontraron por primera vez como líderes de una cuadrilla, cuando estaban destinadas a construir algo más que una vivienda: una amistad. En aquel entonces, sintieron una conexión especial, donde las similitudes y afinidades entre ambas se hicieron evidentes rápidamente.

 

 

Faby y Michy en TECHO El Salvador

«El comienzo de nuestra amistad fue como si nos conociéramos de toda la vida”. 

 

Durante esa primera construcción, trabajaron codo a codo, compartiendo risas, anécdotas y desafíos. La sincronía con la que se desenvolvieron en el trabajo fortaleció su relación, y, desde entonces, se volvieron inseparables. A partir de entonces, cada proyecto que hicieron juntas fue una nueva oportunidad para consolidar su amistad y crear recuerdos inolvidables.

 

Hoy en día, cada vez que se reencuentran en las actividades de TECHO, no pueden evitar recordar con cariño aquella primera construcción que marcó el inicio de su sólida amistad. Con cada nuevo recuerdo que crean, reflexionan sobre cuánto han crecido y aprendido juntas en estos años.

 

“Las amistades que te regala el TECHO son super especiales, la nuestra no es la excepción.» 

 

TECHO Venezuela: techeros que se aman

Ellos son Juan y Maria Elena, su paso por TECHO fue un antes y un después en su historia de amistad. Se conocieron antes de TECHO, porque Juan era amigo de la hermana de Maria Elena, cada uno tenía un juicio sobre el otro pero no eran amigos. Juan comenta que “Las construcciones definieron todo”, y Maria Elena agrega, “Nuestra historia de amor empezó en una construcción”. 

 

 

Juan y Maria Elena en TECHO Venezuela

Tras la primera primera construcción juntos, todo cambió. Desde entonces comparten muchas anécdotas juntos, donde la complicidad y el amor reinan. Siempre se apoyan el uno al otro en sus ideas disparatadas que se le ocurrían durante las construcciones, recuerdan una vez que Maria Elena le hacía mantras a Juan para que tenga la mente en positivo durante la construcción de viviendas. También, en medio de una actividad se les ocurrió ir a comprar sandía en moto para compartir entre todos. Juan en su testimonio, la mira a los ojos a María y le dice a María “las ocurrencias hacen divertidas jornadas”. 

 

En relación con las amistades en TECHO, Juan cuenta que “TECHO permite que se de la amistad, para nosotros es muy importante”. Según María Elena, “TECHO es un espacio para convivir y generar familia, generar vínculos”. 

 

Para ambos el amor se traduce en esta amistad, se definen como “techeros que se aman”. 

 

Compartiendo la vida y su camino en TECHO, María Elena resalta que lo que le fascina del vínculo es 

“Tienes un amigo que le apasiona lo mismo que tú, que tiene la misma misión de vida, y que sigue trabajando día a día de tu lado pero para también impactar en su vocación (…) se siente como un todo en uno”. 

Mira más sobre su historia aquí.

 

TECHO Chile: Amistad a primera vista

Jimmy y Ruth son dos amigos cuya amistad nació de un encuentro improbable en TECHO. Su amistad comenzó hace 10 años, cuando Jimmy como voluntario en TECHO tocó la puerta de Ruth, quien vivía en Cordillera 1 Humana y era parte de la directiva de la comunidad. En un principio, fue un desafío poder convencer a Ruth de que TECHO empiece a trabajar en conjunto con la comunidad, ya que tenían prejuicios en relación al grupo de chicos que se había presentado. 

“Recuerdo cuando vi al Jimmy por primera vez, hicimos un click fue fue como amor a primera vista y nunca más nos hemos separado. La vida nos ha puesto en distintos lugares pero siempre hemos estado en contacto contando nuestras vivencias diarias”. 

 

Ruth y Jimmy

Jimmy cuenta que en su camino de crecimiento con TECHO, Ruth lo apoyó siempre. En una ocasión le ofrecieron ir a trabajar junto con TECHO al norte de Chile en Antofagasta, y sin dudarlo, recurrió a Ruth para escuchar su opinión sobre la propuesta. “TECHO nos ha enseñado que la vida es así, que la vida es compartida”.  


Según Ruth, cuando ellos se conocieron ella era una mujer muy distinta a quien es hoy; fue el impulso de Jimmy y otros voluntarios lo que le enseñaron la importancia de que ella tenga el espacio para sí misma, “me ayudaron a crecer como persona (..) me acompañaron a estudiar, a ponerme las piezas dentales que me faltaban”. 

 

Más allá de los proyectos comunitarios que emprendieron juntos, fue el tiempo de calidad compartido lo que definió su amistad, “en tiempos dulces y amargos” como dice Ruth. Ella cuenta que Jimmy se pasaba los fines de semana jugando a la play y comiendo papas fritas con sus hijos, y esta compañía en momentos difíciles como la muerte de su marido y posterior muerte de su hija, la presencia, el abrazo en silencio era lo que ella necesitaba. 

 

Hoy en día Ruth ya no vive en el asentamiento popular, y Jimmy vive en otro continente, pero su amistad y cariño siguen intactos. Ambos se sienten muy orgullosos y afortunados de tener el uno al otro, y a la hora de tomar una decisión importante siempre se consultan el uno al otro. 

 

La historia de Jimmy y Ruth son un ejemplo de que en TECHO que la amistad transforma vidas. 

Aprendamos mientras transformamos vidas. Las vidas de las personas que habitan las comunidades donde nos involucramos, las vidas que transforman las nuestras. TETO Brasil: De TETO para toda la vida

TETO Brasil: La amistad como materia de salvación 

“La amistad es materia de salvación”, dijo la escritora brasileña Clarice Lispector. La frase traduce la esencia de la historia de dos grandes amigas que se conocieron gracias a TETO: Larissa Isadora, hoy Coordinadora Social de TETO en Paraná, y Rosenilda de Paula, más conocida como Nenê, líder de la comunidad Santos Andrade, en Curitiba (PR). Un encuentro que fue la semilla de una amistad llena de afecto, complicidad y admiración. 

 

Larissa y Nenê se conocieron en 2019, durante una construcción de viviendas en la comunidad Santos Andrade. “Fui voluntaria en octubre y, la semana siguiente, ya estaba de vuelta porque Nenê tiene una manera de hacer que uno se sienta completamente en casa, lo que hace que sea muy difícil no querer regresar”, relata Larissa.

 

Además de ser voluntaria en TETO, en ese momento, Larissa coordinaba un proyecto llamado Sopão, que operaba en el lugar en 2019. Ella participó en varias actividades en la comunidad, como la entrega de canastas básicas y comidas, acciones con niños y durante la Navidad, reforma de la sede comunitaria, entre otras.

 

 

Larissa y Nenê

“En cada ida allí, dejaba un pedacito mío con Nenê y me llevaba un pedacito de ella conmigo. Desarrollamos una relación de confianza y colaboración tan linda, genuina y fuerte que hoy la tengo como familia. Es una relación muy recíproca y bonita”, rememora Larissa con cariño.

Este año, Larissa regresó a la comunidad y los lazos entre ambas se estrecharon aún más. Fue invitada a utilizar la cocina de la asociación de residentes de Santos Andrade como sede del Sopão. “Ahora, en palabras de Nenê, estamos conectadas de una forma más para no correr el riesgo de separarnos”, dice.

 

“Nenê es una mujer fuerte, guerrera, con una fe prácticamente inquebrantable (…), me enseña todos los días el poder de hacer algo con amor y cuando necesito un hombro para llorar, siempre corro hacia ella. Hoy somos amigas, compañeras en el Sopão, en TETO y para toda la vida”, finaliza Larissa.

 

La admirable amistad de Larissa y Nenê es una de tantas que nacen de los encuentros improbables promovidos por TETO al juntar a jóvenes voluntarios y residentes de favelas en la construcción de una sociedad justa y sin pobreza. 

TECHO Colombia: Joha y Jose

Jose y Joha se conocieron en una construcción de TECHO en Cúcuta, Colombia. Desde el primer momento, ambos sintieron una conexión instantánea, descubriendo que compartían un carisma y una personalidad tan similares que parecían ser versiones el uno del otro. Esta afinidad fue el inicio de una amistad inseparable, marcada por risas, lágrimas y aventuras. Risas, lágrimas y aventuras; en eso se basa nuestra amistad.

 

En su comunidad, Jose y Joha eran conocidos por su alegría contagiosa. Las jornadas de construcción se disfrutaban mejor gracias a sus constantes risas y buen humor. Comer pizza se convirtió en su plan favorito, una tradición que fortalecía aún más su vínculo. La clave de su amistad era compartir, ya sea momentos de felicidad o de desafío.

 

Joha y Jose

“Juntos hemos vivido innumerables experiencias que, sin duda, son mucho mejores cuando las compartimos”.

Uno de los recuerdos más preciados de José y Joha es su primera construcción juntos bajo el intenso calor de Cúcuta. Aquella experiencia no solo les enseñó el valor de su amistad, sino también la importancia de aprender y crecer juntos. Cada día de trabajo compartido reforzaba su convicción de que, gracias a su conexión, podían superar cualquier obstáculo y llegar cada vez más lejos. La satisfacción de ver el impacto de su trabajo en las vidas de los demás es un reflejo de la fuerza de su amistad.

 

“Nos encontramos aquí en TECHO y esta amistad la llevaremos con nosotros toda la vida”.

Este es un caso techero de amistades con las que construiremos sueños, amistades que no hubiésemos hecho nunca y que no olvidaremos jamás. 

TECHO Argentina: Dos referentas, una amistad

Lara y Nora son protagonistas de una historia de amistad fruto de un encuentro improbable en TECHO. Lara vive en el barrio Vicente López en Pilar, mientras que Nora es líder de comunidad en Río Luján, donde cada una participa de las actividades de TECHO en la comunidad donde viven. Ellas se conocieron en su primera participación en un Encuentro Nacional de Referentes Comunitarios en TECHO Argentina, cuando junto a otras referentas de la zona, decidieron ir juntas al evento. 

 

Desde ese momento, ambas han compartido varios encuentros nacionales, tardes de mate en la plaza y diversas actividades fuera y dentro de TECHO. A pesar de que cada una atraviese desafíos distintos en su comunidad, su amistad fue clave para enfrentarse a esos escenarios. 

 

Nora, conocida por su carácter directo, recibe a menudo comentarios del equipo porque tiende a aconsejar a Lara sobre asuntos amorosos, lo que siempre genera risas y bromas entre ellas y el voluntariado. 

 

Juntas construyeron no solo viviendas y proyectos en sus comunidades, si no también un vínculo basado en la confianza y el apoyo mutuo. La amistad entre Lara y Nora es un ejemplo de que la unión de redes comunitarias no solo transforma ciudades, sino también refuerza lo maravilloso de los encuentros improbables. 

TECHO Guatemala: Jonathan Felipe y  Jonathan Ottoniel “Los  jonathans”

“Los Jonathans”, Jonathan Felipe y Jonathan Ottoniel, amigos del bachillerato, transformaron su amistad debido a su experiencia techera. Fue en 2023 cuando recibieron una charla de TECHO y se sumaron a su primera construcción, lo que modificaría su amistad por siempre. 

 

Los Jonathans

“Al asistir a las actividades de TECHO nos hicimos más amigos y ahora lo considero como a un hermano, por la lealtad que él me tiene así como yo a él”. 

 

Las charlas profundas, los juegos con los niños, las risas compartidas y las reflexiones alrededor de la fogata contribuyeron a cimentar una amistad que iba más allá de la simple camaradería. 

Recuerdan con cariño una anécdota en particular: una noche en la que el colchón inflable de su amigo se pinchó en la comunidad. Felipe, demostrando una lealtad y generosidad inquebrantables, le ofreció la mitad de su sleeping para evitar que su amigo durmiera en el suelo con el frío. Este gesto fue solo uno de los muchos momentos que definieron su relación.

 

Esta amistad techera no solo está marcada por las experiencias y momentos compartidos, si no también por la convicción y el deseo de luchar por una Guatemala sin pobreza. 

“Ambos somos una misma mente, siempre estaremos pensando lo mismo, nos entendemos perfectamente, no pueden mencionar «Jonathan» porque ambos volteamos (…)».  

 

“Los Jonathans”, quienes comenzaron en su amistad en Bachillerato, hicieron una amistad del alma, compartiendo el sueño de una Latinoamérica y Caribe justa. 

TECHO Bolivia: Chema y Nicole 

Nicole y Chema, son dos techeros que se conocieron en una colecta de TECHO Bolivia y hoy son cónyuges. En 2016, Nicole participó de su primera colecta, donde Chema hizo lo imposible para llamar la atención de ella, lo que llevó a que se empiecen a conocer. 

 

Ellos cuentan que encontraron en TECHO los fines de semana un espacio donde su relación mutaba a “Chema y Nicole como representantes de TECHO”. Según los protagonistas, esto los ha ayudado mucho a vivir su vínculo de distintas maneras, conociendo el uno al otro “en el lado humano”. 

Respecto a  su historia de amor Chema comentó “sin TECHO esto no hubiera sido posible”. 

 

Con el paso del tiempo, partiendo de un encuentro improbable, el noviazgo techero se transformó en el amor de su vida. 

Conozca a Nicole y Chema aquí

 

 

 

TECHO Uruguay: Familia Techera, unidas en un nuevo país.  

Jennomar y Anye, son voluntarias venezolanas que viven en Uruguay, y descubrieron en su amistad techera el poder de transformar el encuentro en un país desconocido en su familia.

Ellas se conocieron en 2022, cuando Anye se sumó al equipo de apoyo barrial que integraba Jennomar junto a otra voluntaria. Anye llegó a incentivar una buena dinámica del grupo entre las tres para hacer crecer los proyectos comunitarios en el barrio que iban juntas. Por ello, la experiencia en el barrio fue la puerta a que se sientan motivadas a ir al asentamiento todos los fines de semana para hacer lo que les gusta en el voluntariado, y compartir tiempo con su amiga. 

 

A medida que fue pasando el tiempo y se fueron conociendo se dieron cuenta que tenían muchas cosas en común, entre ellas, la lejanía de su familia y sus amigos en Venezuela. 

“Cuando comenzamos a conocernos nos dimos cuenta que estudiamos en la misma universidad en Venezuela y cerca de la misma época, pues Anye solo me lleva 1 año”. 

 

Varios años después de ese primer encuentro, Anye y Jennomar cuentan que cada año eligen participar juntas de la vida de escuela a modo de celebrar su amistad que comenzó en TECHO, y hoy en día cuentan que “nos estamos convirtiendo en esas amistades que pasan a ser familia”. 

TECHO Paraguay: Unidas por una misma pasión

Ellas son Pili y Clau, una amistad que sostuvo el camino de ambas en TECHO, y nació dentro de esta misma organización. 

 

Clau y Pili en TECHO

En 2013, en el área de secundarios activos de TECHO, Clau y Pili se conocieron y comenzaron una amistad que marcaría sus vidas. Ambas jóvenes compartían su pasión por el voluntariado y su amor por TECHO, lo que rápidamente las unió en una amistad genuina y significativa. 

Después de algunos años, cada una tomó su propio camino para estudiar en el extranjero. Sin embargo, en 2021 se volvieron a encontrar para emprender nuevos desafíos encabezando la dirección de TECHO Paraguay. Cada una desde distintos roles y con desafíos compartidos en la organización, descubrieron en la otra mucho más que una amiga. 

 

“Encontramos en la otra una compañera con quien compartir la misma pasión y responsabilidad con nuestra operación en Paraguay, un soporte emocional y al mismo tiempo contrapeso para sobrellevar todo tipo de situaciones, tanto en el trabajo como en lo personal. Encontramos en la otra (…) un lugar de crecimiento en todo sentido en un lugar seguro”.

 

Hoy ellas aseguran que no serían la misma persona sin la otra. Así, la historia de Pili y Clau en TECHO no solo es un ejemplo de esas amistades con las que construiremos sueños, amistades que no hubiésemos hecho nunca y no olvidaremos jamás. 

 

TECHO México: Amistad techera y swiftie

Danna y Alo, son amigas techeras. Danna se había sumado hacía muy poco tiempo al equipo fijo en TECHO México, cuando en una jornada de “pintatón” donde se crean los carteles para la colecta, se acercó Alo con las manos manchadas y preguntó en voz alta “¿Alguien necesita una mano?”. 

 

A partir de esa broma, a Danny le llamó la atención Alo, y por medio de otro amigo techero se dieron cuenta que tenían intereses en común. Entre ellos, las dos comparten su compromiso con el voluntariado en TECHO y la música de Taylor Swift. 

 

Actualmente Danna y Alo se acompañan en los distintos escenarios que cada una atraviesa en su vida, en sus estudios, conciertos y construcciones. Ellas son un ejemplo de las amistades del alma que comparten el sueño de una Latinoamérica y Caribe justa.