Como cada 19 de agosto, hoy conmemoramos el Día Internacional de la Asistencia Humanitaria, una fecha especial, que nos invita a reflexionar sobre las acciones que millones de personas realizan en todo el mundo, con el único fin de proteger, auxiliar y salvar vidas.
TECHO | TETO ha actuado frente a desastres y conflictos casi desde su nacimiento: asistir con viviendas de emergencia a las familias de Perú y El Salvador luego de los terremotos del 2001 fue lo que dió el puntapié inicial a nuestra expansión por Latinoamérica y el Caribe, y reaccionar ante el dolor y la pérdida de las personas que viven en situación de vulnerabilidad está en nuestro ADN, ya que el sentido de urgencia es lo que guía nuestro accionar. Allí donde haya ocurrido uno de estos eventos, en los países donde trabajamos, TECHO estará presente, junto a las comunidades más vulnerables.
Entre nuestras acciones más recientes, destacamos la asistencia durante la pandemia COVID-19, que nos llevó a pausar nuestro trabajo permanente en comunidades, mas no nuestro contacto con las personas que en ellas habitan, asistiendo con alimentos, elementos de cocina y limpieza, información, vestimenta, acceso a la salud, entre otras acciones, de acuerdo a la información relevada en las comunidades sobre las necesidades, pero también convocando a sus referentes para organizar y tomar decisiones sobre el despliegue de esta asistencia. En algunos casos, seguimos trabajando en este eje, ya que entendimos que la emergencia alimentaria continuaba siendo un flagelo en estos barrios, pero nos ocupamos no solamente de entregar kits, sino también de acompañar a la comunidad en la construcción de centros comunitarios, comedores y otros espacios necesarios para resolver esta problemática.
Es importante derribar mitos respecto a la asistencia humanitaria, que generalmente se ve como una labor asociada únicamente a un enfoque de necesidades.
Es hora de pensar que es posible una asistencia humanitaria con enfoque de derechos, ya que el propio humanitarismo surge como un modo de proteger los derechos de las víctimas de desastres y conflictos. Pensar la acción humanitaria en un marco de largo plazo es clave para realizarla con una mirada de protección de derechos, y para ello es necesario no sólo desplegar acciones de respuesta inmediata, sino también aquellas posteriores que buscan construir en conjunto con las personas afectadas entornos seguros, reparando su dignidad. En esta etapa posterior cobra vital importancia la participación, no solo de la comunidad, sino también de otras organizaciones de la sociedad civil, gobiernos y organismos.
En un mundo marcado por la violencia, las desigualdades, y muchas veces la desesperanza, la asistencia humanitaria cobra un rol fundamental, no solo por su efecto inmediato, sino por construir lazos entre personas, provocando transformaciones que van más allá de la acción concreta.
Gabriela Arrastúa, Directora de Operaciones de TECHO Internacional