Día Mundial del Agua 2024

Latinoamérica y el Caribe posee un tercio del agua potable mundial y aún así resulta irónico que este recurso escasee entre muchos de nuestros habitantes. La vulneración del derecho al agua es un problema histórico que se acrecienta entre la población en situación de pobreza, y se agrava aún más en los asentamientos populares de la región.

En Latinoamérica y el Caribe, 1 de cada 2 asentamientos, es decir el 53,5% no cuenta con conexión al servicio de agua potable.  El acceso a este servicio básico no solo afecta la dignidad de las personas sino también su salud, su economía, su educación y trabajo. 

Las condiciones de vida en los asentamientos populares, hacen que el acceso al agua sea un problema cotidiano y extremadamente complejo. Cuando el acceso a este recurso es desigual o nulo, resulta muy difícil llevar una higiene adecuada, lo que aumenta el riesgo de enfermedades y otras afecciones relacionadas con la falta de saneamiento básico. Quienes habitan los asentamientos populares del continente, en particular las mujeres y las niñas, son las que pagan el precio más alto en términos de problemas de salud, falta de educación, pérdida de productividad e inseguridad general.

Hoy, en el Día Mundial del Agua, no podemos ignorar la realidad que enfrentan millones de personas en los asentamientos populares de Latinoamérica y el Caribe. 

Desde TECHO buscamos responder a esta problemática a través de distintas instalaciones y soluciones, como sistemas de captación de aguas de lluvia o tanques que le permitan a más familias almacenar agua segura. Además, de la mano de Softys en el marco del programa Softys Contigo, estamos llevando adelante una alianza que busca responder a esta problemática en comunidades de 8 países de la región mediante la instalación de soluciones de agua y saneamiento. 

Es urgente que organizaciones, empresas, gobiernos y personas de la sociedad civil nos articulemos para transformar esta realidad. Es fundamental dedicar recursos a proyectos hídricos y de saneamiento, tomando medidas concretas y sostenibles para detener esta crisis humanitaria. Se deben implementar políticas públicas que prioricen la expansión de infraestructuras de agua potable y saneamiento en los asentamientos populares, garantizando que ningúna persona se vea privada de este recurso.

Además, es fundamental involucrar a las comunidades afectadas en la planificación y ejecución de proyectos relacionados con el agua. Escuchar sus necesidades y preocupaciones es esencial para diseñar soluciones efectivas y sostenibles a largo plazo. 

Como sociedad, no podemos permitirnos seguir ignorando la realidad. En este Día Mundial del Agua, reforcemos nuestro trabajo conjunto para garantizar que cada persona de la región y del mundo tenga el derecho básico a un suministro de agua potable y  seguro, garantizado a través de soluciones tangibles y efectivas. 

Es momento de que todos y todas tengamos la oportunidad de vivir con dignidad, con nuestros derechos garantizados y con el conocimiento que nos permita preservar este recurso tan importante.