Con el objetivo de generar conciencia acerca de la desigualdad que vive Latinoamérica, los medios afiliados a la Red Albavisión trabajaron con la organización TECHO en el desarrollo de once historias de vida de líderes y lideresas comunitarios de asentamientos informales en distintas ciudades de América Latina.
La idea fue poner de relieve la vida e ideas de los líderes y lideresas comunitarios que, en muchos casos, por primera vez tendrían la oportunidad de salir de su país para reunirse en Quito, Ecuador, con motivo de la Cumbre Hábitat III, la conferencia de las Naciones Unidas que tuvo como objetivo definir la Nueva Agenda Urbana y dar inicio a su implementación por los próximos veinte años.
De esta manera, a través de un relato humano, se compartieron las historias y expectativas de referentes comunitarios que participaron en el evento oficial que se llevó a cabo entre el 17 y el 20 de octubre, y convocó a diferentes líderes mundiales.
“Desde TECHO estamos convencidos que las historias, ideas y capacidades de quienes viven día a día en un asentamiento informal deben ser tenidas en cuenta a la hora de la implementación de la Nueva Agenda Urbana, fruto de la cumbre Hábitat III. Los asentamientos informales deben ser una prioridad y por ello, la alianza con Albavisión es una gran oportunidad para seguir concientizando”, sostuvo Leonardo Báez, director de comunicaciones de TECHO Internacional.
Entre las historias que se presentaron figura el denominador común de la autogestión y organización de las comunidades para sobreponerse a las adversidades. Es el caso de Luisa Polo, de 45 años, una peruana luchadora que llegó hace veinte años a un cerro donde construyó su vivienda y se organizó con sus vecinos del asentamiento humano La Pradera en Pachacámac, para mejorar la calidad de vida de la comunidad. En Argentina, Máxima, quien vive hace siete años en el asentamiento 14 de Febrero de Longchamps, Almirante Brown, narró cómo junto a sus vecinos armaron comisiones y constituyeron organizaciones de base para la mejora de calles y las condiciones de vida diarias de los vecinos y vecinas del lugar. Walmer Vázquez, joven hondureño de veinticinco años, desde hace once se moviliza en la comunidad de El Porvenir, en La Paz, para coordinar diferentes proyectos con otros referentes comunitarios y los voluntarios de TECHO. En Nicaragua, Lola Esquivel González trabajó desde pequeña por la superación de la pobreza, al punto de que a los catorce años ya lideraba la comunidad Santa Julia, en el municipio El Crucero, donde fue testigo de muchas dificultades. Estas historias se narraron también en Paraguay, Guatemala, Chile, Ecuador entre otros, visibilizando a la región la situación que enfrentan las poblaciones que viven en asentamientos informales, pero ante todo, su compromiso y ejemplo de esfuerzo constante por transformar esta realidad.
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