Bruno, Leticia y Nicolas han comenzado un nuevo capítulo en sus vidas en la comunidad Fazendinha, ubicada en la Zona Sur de Recife, Brasil. Esta familia soñaba con tener un hogar seguro y encontró esa oportunidad gracias a TETO Brasil, que construyó una casa resiliente diseñada para enfrentar los impactos de las lluvias y las inundaciones que frecuentemente afectan la comunidad.
El proyecto, llamado Vivienda Resiliente, fue desarrollado en el marco de la campaña global Roof Over Our Heads (ROOH). Esta iniciativa, financiada por el Bank of America, busca proporcionar soluciones de vivienda resilientes a emergencias climáticas para 2 mil millones de personas en todo el mundo, actuando en seis países de América Latina: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Perú y México. La vivienda resiliente construida en Fazendinha fue el proyecto piloto en Brasil y representó un desafío importante, ya que su diseño debía adaptarse a las realidades particulares de las favelas del país. Fazendinha, con más de 175 casas en su mayoría de alvenaría, sufre grandes pérdidas materiales durante las temporadas de lluvias debido a las inundaciones recurrentes.
Para responder a estas necesidades, la vivienda resiliente incorpora elementos arquitectónicos innovadores que mejoran tanto la seguridad como el bienestar de sus habitantes. Su estructura elevada, una característica distintiva de las viviendas de TETO Brasil, protege contra inundaciones y mejora las condiciones térmicas internas al crear un colchón de aire. Además, esta estructura reduce la entrada de insectos y roedores, problemas comunes en la zona. Los paneles plastificados permiten la entrada de luz natural, mejoran el confort térmico y son resistentes a lluvias intensas, mientras que las tejas reciclables aumentan el aislamiento térmico y acústico, al mismo tiempo que reducen el impacto ambiental. También se incorpora ventilación natural, que ayuda a controlar la humedad y a prevenir enfermedades, asegurando una temperatura agradable dentro del hogar.
La modularidad del diseño facilita el transporte y reduce la huella de carbono, permitiendo además que la vivienda pueda ampliarse según las necesidades futuras de las familias. Otro aspecto esencial del proyecto es su enfoque participativo, ya que las casas son construidas por voluntarios de TETO Brasil en conjunto con los habitantes de la comunidad. Este proceso fomenta el empoderamiento de los residentes, quienes asumen un papel activo en la creación de espacios más dignos y seguros, fortaleciéndose como comunidad y sintiéndose más capacitados para luchar por sus derechos.
La casa de Bruno, Leticia y Nicolas no solo representa un refugio seguro, sino también un símbolo de resiliencia y colaboración comunitaria, marcando un paso importante hacia la construcción de soluciones habitacionales sostenibles y justas que le hacen frente al cambio climático.