Nash es una líder comunitaria que vive en la comunidad de La Conchita, Ciudad de México. Ella conoció a TECHO en 2021, tiempo después de haber llegado al asentamiento a causa de dificultades económicas y los azares del destino. El encuentro con TECHO fue en un momento inolvidable: la construcción de su vivienda de emergencia. Hasta ese momento, ella habitaba un espacio hecho con materiales poco resistentes y frágiles, en una situación de gran vulnerabilidad.
Para ella, la construcción con TECHO fue un antes y un después en su vida. Significó no solo un hogar donde vivir, sino también encontrar identidad en este grupo de voluntarios y voluntarias de TECHO, que allí trabajaban. Desde ese entonces Nash es voluntaria de TECHO, y este fue el motor que le ayudó a orientar su propósito de vida.
«Me gustó tanto que decidí unirme como voluntad y con el tiempo he aprendido mucho. TECHO ha cambiado mi vida demasiado porque no tenía claro que quería hacer. Al saber que podía contar con otras personas me terminó motivando a avanzar y querer hacer más cosas.”
La vida en el asentamiento sigue siendo compleja. Ella cuenta que hay muchas cosas para trabajar en la comunidad, y que esto necesita trabajar en conjunto. Por eso, Nash hoy lidera proyectos en la comunidad para mejorar las condiciones de vida de las familias que habitan en el barrio que vive ella.
“Sueño con una comunidad unida. Donde puedan trabajar juntos, tener proyectos que puedan apoyar a las infancias y familias que quieran tener las herramientas para poder vender sus productos.”
Las personas no decidimos el contexto en el que nacemos. Conocer historias historias como la de Nash nos permite acercarnos más a la realidad, y poder compartir un sueño. El sueño de que nadie viva en un piso de tierra.