En los diferentes eventos preparatorios hacia la Tercera Conferencia sobre Vivienda y Desarrollo Urbano Sostenible, TECHO ha planteado desde su experiencia de trabajo conjunto con los pobladores, sus ideas y propuestas. ¿Cuáles son? Conócelos en esta nota.
El proceso hacia Hábitat III está conformado por una serie de eventos preparatorios, en los que se abordan las diferentes aristas que constituyen el tema Vivienda y Desarrollo Urbano Sostenible. Los asentamientos informales son un punto determinante, en la medida que representan una de las mayores expresiones de la desigualdad en la región latinoamericana. Al mismo tiempo, son una fuerte referencia de la práctica de transformación del espacio donde se habita para la satisfacción de las necesidades básicas. Esta realidad está tan extendida al punto de que en Brasil, México y Perú, un tercio de la ciudad es construida por personas en situación de pobreza, sin financiamiento, tal como explicaba Enrique Ortiz Flores, uno de los principales articuladores de Habitat International Coalition (HIC) a nivel global, durante el Encuentro Latinoamericano de Líderes Comunitarios que se realizó en 2015.
En este marco, para TECHO las claves para una agenda que no se limite a las ciudades, sino que aborde de manera integral el hábitat e incluya los asentamientos informales en la Nueva Agenda Urbana son:
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Balance. En la conferencia de 1996, Habitat II, los países integrantes de las Naciones Unidas asumieron diversos compromisos. Veinte años después es necesario profundizar en los avances y pendientes resultantes frente a una presente regional en el que casi un cuarto de la población urbana vive en asentamientos informales. Silvia Emanuelli de HIC señalaba en el conversatorio Cuando la ciudad se vuelve un derecho el desafío que esto representa ya que resulta difícil hacer un balance de las conferencias anteriores, organizadas en 1976 (Habitat I) y 1996 (Habitat II), debido a que “no se han hecho muchos balances de lo que ha pasado a partir de estas conferencias. No existen mecanismos de monitoreo del cumplimiento de esta agendas”.
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Conocimiento. Abordar la situación de los asentamientos informales implica conocerla en profundidad y con precisión. Solo un diagnóstico preciso habilitará al desarrollo de propuestas que permitan fortalecer políticas y programas sociales a nivel local, para así generar una agenda de desarrollo urbano sostenible.
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Enfoque. Hablar de asentamientos informales es hablar de las consecuencias de dinámicas que no permiten la generación de ciudades armónicas, donde se promueva el desarrollo de los habitantes en condiciones de igualdad y respeto a los derechos. Es por esto que los asentamientos informales son también la máxima expresión de la desigualdad. Superar la situación de los asentamientos informales implica repensar el modelo de sociedad imperante, para que el acceso a la ciudad no sea una cuestión de privilegios sino de derechos.Esta mirada debe prevalecer en la concepción de propuestas que coloquen en el centro de su construcción a los ciudadanos y ciudadanas, frente a intereses de otra naturaleza.
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Participación. Las transformaciones al espacio en el que habitan quienes viven en asentamientos informales pueden reconocerse como prácticas de subsistencia y resistencia. En este orden, TECHO ha aprendido a través del trabajo conjunto que entre los pobladores existe un importante cúmulo de capacidades, conocimientos y propuestas que son fundamentales considerar en cualquier definición sobre el tema. Así trascender hacia una modalidad de participación transversal que permita la construcción de verdaderos consensos ciudadanos.
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Gobernanza. El Estado tiene un rol clave como promotor ,garante y facilitador del ejercicio de derechos de su población, definidos en múltiples espacios y tratados. Es necesario entonces implicar a este actor desde un marco que brinde las herramientas necesarias para profundizar en el desarrollo eficiente de esta función y permita el trabajo corresponsable entre las instituciones y la ciudadanía.