- La organización de la sociedad civil TECHO busca responder a la situación de emergencia tras el paso del Huracán María.
- El diagnóstico se desprende del levantamiento de información realizado junto con más de 100 voluntarios y voluntarias locales.
- Se priorizaron las zonas afectadas con previa situación de vulnerabilidad a la emergencia donde el siguiente paso es poder implementar soluciones de vivienda y hábitat.
- Para implementar las primeras 25 soluciones habitacionales la organización trabajará junto a Residente y Univisión, el conglomerado de medios en español más grande de los Estados Unidos.
Tras la invitación del músico René Pérez Joglar, también conocido como Residente, TECHO llegó a Puerto Rico para evaluar cómo responder a la situación de emergencia luego del paso del Huracán María.
De esta manera, la organización implementa un plan de trabajo que tuvo como primeras etapas el reconocimiento del lugar y levantamiento de información en zonas identificadas en situación de vulnerabilidad antes del huracán. Al mismo tiempo, se trabajó en la gestión de aspectos logísticos y de equipo en terreno.
El desarrollo de estas fases habilitaron el inicio de las actividades vinculadas a soluciones de vivienda y hábitat en las zonas estudiadas.
Vivienda y servicios básicos: las principales necesidades encontradas
Con el propósito de definir la mejor respuesta a la situación, el equipo de TECHO trabaja en forma articulada con gobiernos locales, organizaciones sociales, universidades y empresas, que asesoran y suman esfuerzos para que se concreten las distintas fases del plan de acción.
Las primeras actividades consistieron en jornadas de levantamiento de información en zonas definidas por la afectación del huracán y por encontrarse previamente en situación de pobreza. Más de 100 voluntarios y voluntarias de la isla se movilizaron para recorrer los municipios de Judea, San Isidro, Los Pinos, La Granja y Villa Calma.
De los primeros esfuerzos de sistematización y análisis de la información brindada por 95 familias encuestadas , se identifican como principales necesidades el acceso a la electricidad (87%), la vivienda (79%), soluciones en techo (71%), el acceso a agua potable (65%) y la limpieza de escombros (64%).
En cuanto a la vivienda, el 52% respondió que el nivel de afectación es irreparable y el 21% señaló haber perdido el techo. De esta manera, tras el huracán, el 35% permanece en su propia casa, el 32% en la casa de un familiar o amigo en la comunidad y el 14% en la casa de un familiar o amigo fuera de la comunidad. El 11% permanece en un refugio municipal o del Estado.
En cuanto a la ponderación de proyectos, la vivienda fue seleccionado con el 72%, el acceso al agua potable con el 63% y las soluciones en techo con el 59%.
En promedio se contabilizaron 3 integrantes por hogar y en el 61% la jefatura corresponde a una mujer.
“Estos datos que recabamos gracias al esfuerzo del voluntariado local, nos acercan a la situación actual de emergencia, comprendiendo lo prioritario y urgente para las familias en las zonas recorridas. Pero también vale mencionar que hay mucho más por conocer y hacer, por lo que resulta clave que se desarrolle un trabajo articulado entre quienes apuntan a responder a la situación de urgencia de las familias, con quienes tienen las herramientas para responder a temas más estructurales, para reducir o evitar consecuencias semejantes en el futuro”, señala Felipe Bogotá, director general de regiones de TECHO Internacional.
Dos millones de dólares busca recaudar TECHO para implementar las siguientes fases del plan de acción
Como parte esencial de la labor, la organización se propone movilizar 3.000 voluntarias y voluntarios durante la construcción de más de 250 viviendas de emergencia junto con las familias afectadas. Esta primera actividad de construcción tendrá un costo de 2 millones de dólares. La apuesta inicial consiste en construir las primeras viviendas en diciembre y enero de 2017. Para realizar aportes económicos, está disponible el correo emergencia.puertorico@techo.org.
“La prioridad del trabajo está en las familias a las que se destruyó su vivienda para que cuenten con un espacio para reconstruir sus vidas, así lo señalaron los vecinos y vecinas con los que hablamos”, afirma Bogotá.
La vivienda de emergencia es un módulo habitacional que cuenta con los ajustes técnicos necesarios para la resistencia anticiclón -como anclaje en la estructura y piso- y adaptación a las temperaturas del lugar -como la altura de la vivienda-. La estructura es de armado rápido y adecuado para el trabajo de mano de obra voluntaria: paneles prefabricados que se levantan bajo la instrucción de un jefe de cuadrilla con la necesaria capacitación en el tema y experiencia previa. Posteriormente, las familias podrán realizar mejoras progresivas en la vivienda como ampliaciones.
“Si atendemos que las familias encuestadas se encuentran en situación de pobreza incluso antes del huracán, se evidencia la importancia de trabajar mirando más allá de la emergencia inmediata. Es así que buscamos construir convocando a toda la sociedad para que haga propia esta realidad, que más que con una vivienda, tiene que ver con la forma en que pensamos y vivimos nuestra sociedad. Esto es lo que esencialmente acercamos a Puerto Rico como respuesta a la emergencia, en la promoción del trabajo conjunto y la invitación que extendemos a la isla y el mundo a ser parte”, concluye Bogotá.
Más información
Leonardo Báez, director de comunicaciones de TECHO Internacional
Teléfono: +56994539324
Correo: leonardo.baez@techo.org