Hoy, en el Día Internacional del Voluntariado, queremos celebrar a todas las y los jóvenes que nos acompañan día a día, transformando realidades y liderando el cambio hacia una Latinoamérica y Caribe más justos y sin pobreza.
Al día de hoy son más de 1.4 millones de voluntarios y voluntarias que se han movilizado para cambiar la situación de pobreza en América Latina y el Caribe a través de su empatía, su esfuerzo y su poder de transformación. Llevando soluciones y acciones concretas hacia cada rincón de la región.
En TECHO, creemos en la valentía y audacia de la juventud para animarse y comprometerse a generar un impacto positivo. Hoy, observamos a una generación de jóvenes más consciente y convencida de que el mundo puede ser un lugar mejor. Que además, está dispuesta a encontrar formas de hacer ese gran cambio. Son ellos quienes distinguen las problemáticas actuales del mundo y proponen soluciones concretas desde su creatividad y pasión.
Agradecemos a esa juventud que desafía constantemente la injusticia al sumar su participación para construir un mundo más igualitario. Hoy, el voluntariado no solo transforma vidas, sino que también construye puentes, uniendo a jóvenes que forjan fuertes lazos de amistad mediante el trabajo en equipo. Este impacto alcanza a todas las familias y líderes comunitarios con los que colaboramos, siendo la chispa que enciende el camino hacia un futuro más justo y sin pobreza.
Sabemos que en cada acción voluntaria, estamos construyendo esperanza. Cada paso que damos juntos nos acerca un poco más al sueño de comunidades fuertes, justas y sin pobreza. Tenemos la certeza de que junto a nuestros voluntarios y voluntarias, estamos tejiendo un mejor futuro para todos y todas. Sigamos inspirando cambios, trabajando en equipo y siendo la voz de aquellos que necesitan una nueva realidad.
Es por eso, y mucho más, que en TECHO el voluntariado es la fuerza transformadora de la realidad en la que vivimos.
Por su compromiso inquebrantable, por su creatividad, por sus ganas y su fuerza transformadora, ¡Muchas Gracias!
TECHO, no es TECHO sin cada uno/a de ustedes. Son el motor de nuestra organización y son quienes mantienen intacto el sueño de que nadie viva sobre un piso de tierra.